El Gobierno flexibilizó los controles en la industria vitivinícola
El Gobierno nacional reestructuró el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) que dejará de intervenir en etapas iniciales e intermedias del proceso productivo y se concentrará exclusivamente en el control del producto final.
El nuevo marco regulatorio está dispuesto por la Resolución N° 37/2025 del INV publicada este viernes en el Boletín Oficial y comienza a regir desde el 1º de enero de 2026.
La Secretaría de Agricultura señaló que el nuevo rol del INV se centra en asegurar la calidad del vino que llega a los consumidores, garantizando que los productos vitivinícolas sean aptos para el consumo y que no se encuentren adulterados.
La fiscalización se limitará ahora exclusivamente a la etapa de comercialización final, inspeccionando productos envasados que ya cuenten con el Certificado Analítico de Libre Circulación.
Con esta medida, que pone fin a la fiscalización de todo el proceso productivo, se estima que dejarán de realizarse aproximadamente unas 5.000 fiscalizaciones presenciales al año en las bodegas.
Hasta hoy la normativa vitivinícola estuvo regida por más de 1.000 normas dispersas, según indicó la secretaría.
“Como resultado de la revisión integral, de un total de 1.207 normas existentes, se derogan 973, las cuales se consolidan en un Digesto Normativo unificado y sistemático. La simplificación regulatoria implica la eliminación de trámites que generaban costos y demoras innecesarias”, se señaló en un parte oficial.
Entre las normas derogadas se suprime la Declaración Jurada semanal de elaboración, las multas y sanciones por presentaciones tardías de declaraciones juradas, y el requisito de permisos de tránsito.
Con la eliminación de estos permisos, las bodegas se liberan de solicitar los más de 140.000 permisos que generaban por año para mover sus productos. Además, la Declaración Jurada de Ingreso de Uva (CIU) ya no será un requisito obligatorio para los productores y elaboradores.
Fuente: Noticias Argentinas
