Club “El Inmigrante”: el arte y lo espiritual se unen en un espacio que crece en Jujuy

En diálogo con Conexión Salud, Agustina Orquera, referente del Club El Inmigrante, compartió cómo el espacio cultural se transformó en un punto de encuentro artístico y espiritual. Desde teatro y canto, hasta yoga, tarot y baños sonoros, el lugar cerrará el año con una agenda cargada y una comunidad en expansión.

Durante una nueva edición del programa Conexión Salud, Fany Fernández y Belén Picardo conversaron con Agustina Orquera, integrante del Club El Inmigrante, para conocer el presente y el cierre de año del espacio cultural que ya es referencia en San Salvador de Jujuy.

Entre balances, proyectos y actividades, la artista destacó que el lugar se convirtió en un punto de encuentro inesperadamente amplio. Orquera explicó que el crecimiento superó las expectativas iniciales. “El inmigrante es un medio que nos ha desbordado en cuanto al imaginario que teníamos cuando empezamos”, admitió. Según relató, el proyecto nació centrado en lo teatral, pero con el tiempo fue expandiéndose hacia nuevas propuestas que la propia energía del espacio fue convocando.

En esa línea, detalló que hoy conviven actividades artísticas y prácticas vinculadas al bienestar. “El arte es profundamente espiritual”, afirmó, al comentar que además de funciones de teatro y muestras de canto, actualmente se realizan encuentros de yoga, formación en tarot y baños sonoros para armonización. Estas propuestas, aseguró, atraen a un público diverso que busca espacios de calma y expresión.

Durante la charla, Orquera también resaltó el valor del arte como refugio frente al ritmo acelerado de fin de año. “Siento que los espacios que nos regalamos siguen siendo ese respiro que tanto necesitamos”, expresó, en sintonía con el clima de balances y desafíos que describieron las conductoras del programa.

El Club El Inmigrante cerrará el año con una agenda intensa, que incluye funciones teatrales y actividades para todas las edades. Desde su apertura, el espacio cultural continúa consolidándose como un punto de integración creativa y espiritual para la comunidad jujeña, reforzando su identidad como un hogar para el arte y el bienestar colectivo.